Suspenso 3
El Espejo de Doble Cara
Historia Corta Escrita por
D.E.J.QUILO©
Desván solitario, ventanas cuadradas y pequeñas, casa
vieja,….. Derbian Kasca, era un sujeto, muy bien parecido, de pelo marrón claro
peinado hacia un lado, cejas escasas, y muy bien vestido, para Derbian Kasca,
siempre las casas ya de años, le habían
parecido de gran interés, pues como el mismo decía, que en estas casas
viejas puedes encontrar tesoros olvidados por ahí, y más aun aquellas que
tienen un olvidado y empolvado desván,
Calle 45, Avenida de los Corceles, en esta tranquila
calle y arbolada avenida, se encontraba la casa con el número 067, con una
entrada hermosa, gradas bajas en piedra, pequeños muros en ladrillo y pequeñas
lámparas colocadas en puntos estratégicamente acogedores, las gradas llevaban
hasta una entrada con parales de madera tratada, formas griegas y romanas
adornaban los parales, ventanas de arco, y cristales coloreados, y una gran
puerta negra con una pequeña ventana circular,
Derbian Kasca, era un agente de viajes diferente, pues
él les encontraba casas o apartamentos a diferentes clientes ejecutivos en
cualquier país de forma personal, con la posibilidad de que ellos, pudieran
comprar aquellas residencias o alquilar por algún tiempo, en su búsqueda
Derbian encontró un día, una excelente casa, esta estaba a la venta, era una
casa vieja pero bien cuidada, al parecer la casa había pertenecido a una dama
de los años 50, nunca paso a manos de alguien más, muchos le llamaban “La
señora Jen”, su nombre real era, “Jenia Ilfarberning” esposa de un aristócrata,
vivió por muchos años en la soledad después de haberse separado, pero su
bondadosa forma de ser hizo que ella prosperara, sus bienes y riquezas la
llevaron a adoptar a muchos niños sin hogar, la señora Jen, vivió hasta los 97
años, y murió en paz, la señora Jenia Ilfarberning, dejo una carta para uno de
sus hijos, en la que decía:
Para George.
La casa, no deberá ser alquilada ni vendida, pues en
ella el engaño se encuentra en lo alto, el peligro yace en lo oscuro,
cualquiera que busca en la oscuridad algún día caerá por un abismo profundo y
oscuro en el cual la luz no existe.
Sus hijos nunca entendieron el extraño mensaje, y la
carta se volvió parte de la casa, fue enmarcada y puesta en la sala a un lado
de la chimenea, sus hijos pusieron la casa para ser alquilada, pero luego
decidieron que debían venderla, con ese dinero darían una mejor vida a los
huérfanos,… y así fue como Derbian encontró la casa, sin dudarlo, se comunico
con George Ilfarberning, hijo de la señora Jen, el precio de la casa era bajo, ¡qué
oportunidad!, pero para Derbian el precio no importaba para nada, pues su
incontenible pasión por las casas viejas era evidente,
Después de unos días, Derbian llego a la casa, estaba
intranquilo, pues Derbian no podía esperar más para ir a husmear en toda la
casa, pues sabía que siempre los dueños dejaban atrás algo en la casa, y tal
vez tendría la oportunidad de encontrar un pequeño tesoro, como una caja
antigua de música, algún violín antiguo, o hasta una colección de monedas que
él un día encontró en una de estas casas, sin esperar abrió la puerta, y entro
en la casa,
con ansias y el corazón entusiasmado, Derbian dirigió
sus pies a la escalera, comenzó a subir uno a uno cada escalón, la hermosa casa
bien detallada con alfombra y madera de cedro y nogal, por el momento no le
interesaban a Derbian, pues lo que quería era llegar al desván, Derbian subió
los escalones, hasta que llego a otras escaleras las cuales llegaban al desván,
sin esperar abrió la puerta y entro por ella, las ventanas cuadradas y pequeñas
dejaban entrar débilmente la luz, por suerte el desván no estaba vacío, en el
se encontraba una cómoda con cuatro gavetas y un armario bastante grande de
cuatro puertas y seis gavetas, también se encontraba un espejo giratorio de
forma cuadrada, con un marco labrado hermosamente y unas pequeñas letras
repujadas en la madera las culés parecía que las habían lijado casi sin éxito,
lo único extraño era que dicho espejo, tenia doble cara, dos espejos en uno,
solo que uno de ellos era borroso y era imposible verse bien en el, Derbian
estaba feliz, había encontrado lo que esperaba, husmeó en el armario, y allí
encontró un viejo telescopio, un reloj cucú bien elaborado de cuerda con sus
campanillas y un espejo antiguo, Derbian estaba feliz, salió de la habitación,
y comenzó a recorrer toda la casa, bajo y subió las gradas, con insistencia
busco encontrar algún otro objeto, pero Derbian no tuvo éxito, estando en la
sala se detuvo un momento, entonces Derbian se dio cuenta, un pequeño cuadro
colgado a un lado arriba en la chimenea, se dirigió a la chimenea, y Derbian
tomo el cuadro, en el yacía la carta de la señora Jen, Derbian leyó la carta,
frunció el ceño, al parecer Derbian no logro entender la carta, y los días
pasaron.......continua arriba.
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