lunes, 27 de julio de 2015

Serie de Suspensos




Suspenso 3

El Espejo de Doble Cara
Historia Corta Escrita por
D.E.J.QUILO©

Desván solitario, ventanas cuadradas y pequeñas, casa vieja,….. Derbian Kasca, era un sujeto, muy bien parecido, de pelo marrón claro peinado hacia un lado, cejas escasas, y muy bien vestido, para Derbian Kasca, siempre las casas ya de años, le habían  parecido de gran interés, pues como el mismo decía, que en estas casas viejas puedes encontrar tesoros olvidados por ahí, y más aun aquellas que tienen un olvidado y empolvado desván,
Calle 45, Avenida de los Corceles, en esta tranquila calle y arbolada avenida, se encontraba la casa con el número 067, con una entrada hermosa, gradas bajas en piedra, pequeños muros en ladrillo y pequeñas lámparas colocadas en puntos estratégicamente acogedores, las gradas llevaban hasta una entrada con parales de madera tratada, formas griegas y romanas adornaban los parales, ventanas de arco, y cristales coloreados, y una gran puerta negra con una pequeña ventana circular,
Derbian Kasca, era un agente de viajes diferente, pues él les encontraba casas o apartamentos a diferentes clientes ejecutivos en cualquier país de forma personal, con la posibilidad de que ellos, pudieran comprar aquellas residencias o alquilar por algún tiempo, en su búsqueda Derbian encontró un día, una excelente casa, esta estaba a la venta, era una casa vieja pero bien cuidada, al parecer la casa había pertenecido a una dama de los años 50, nunca paso a manos de alguien más, muchos le llamaban “La señora Jen”, su nombre real era, “Jenia Ilfarberning” esposa de un aristócrata, vivió por muchos años en la soledad después de haberse separado, pero su bondadosa forma de ser hizo que ella prosperara, sus bienes y riquezas la llevaron a adoptar a muchos niños sin hogar, la señora Jen, vivió hasta los 97 años, y murió en paz, la señora Jenia Ilfarberning, dejo una carta para uno de sus hijos, en la que decía:
Para George.
La casa, no deberá ser alquilada ni vendida, pues en ella el engaño se encuentra en lo alto, el peligro yace en lo oscuro, cualquiera que busca en la oscuridad algún día caerá por un abismo profundo y oscuro en el cual la luz no existe.

Sus hijos nunca entendieron el extraño mensaje, y la carta se volvió parte de la casa, fue enmarcada y puesta en la sala a un lado de la chimenea, sus hijos pusieron la casa para ser alquilada, pero luego decidieron que debían venderla, con ese dinero darían una mejor vida a los huérfanos,… y así fue como Derbian encontró la casa, sin dudarlo, se comunico con George Ilfarberning, hijo de la señora Jen, el precio de la casa era bajo, ¡qué oportunidad!, pero para Derbian el precio no importaba para nada, pues su incontenible pasión por las casas viejas era evidente,
Después de unos días, Derbian llego a la casa, estaba intranquilo, pues Derbian no podía esperar más para ir a husmear en toda la casa, pues sabía que siempre los dueños dejaban atrás algo en la casa, y tal vez tendría la oportunidad de encontrar un pequeño tesoro, como una caja antigua de música, algún violín antiguo, o hasta una colección de monedas que él un día encontró en una de estas casas, sin esperar abrió la puerta, y entro en la casa,
con ansias y el corazón entusiasmado, Derbian dirigió sus pies a la escalera, comenzó a subir uno a uno cada escalón, la hermosa casa bien detallada con alfombra y madera de cedro y nogal, por el momento no le interesaban a Derbian, pues lo que quería era llegar al desván, Derbian subió los escalones, hasta que llego a otras escaleras las cuales llegaban al desván, sin esperar abrió la puerta y entro por ella, las ventanas cuadradas y pequeñas dejaban entrar débilmente la luz, por suerte el desván no estaba vacío, en el se encontraba una cómoda con cuatro gavetas y un armario bastante grande de cuatro puertas y seis gavetas, también se encontraba un espejo giratorio de forma cuadrada, con un marco labrado hermosamente y unas pequeñas letras repujadas en la madera las culés parecía que las habían lijado casi sin éxito, lo único extraño era que dicho espejo, tenia doble cara, dos espejos en uno, solo que uno de ellos era borroso y era imposible verse bien en el, Derbian estaba feliz, había encontrado lo que esperaba, husmeó en el armario, y allí encontró un viejo telescopio, un reloj cucú bien elaborado de cuerda con sus campanillas y un espejo antiguo, Derbian estaba feliz, salió de la habitación, y comenzó a recorrer toda la casa, bajo y subió las gradas, con insistencia busco encontrar algún otro objeto, pero Derbian no tuvo éxito, estando en la sala se detuvo un momento, entonces Derbian se dio cuenta, un pequeño cuadro colgado a un lado arriba en la chimenea, se dirigió a la chimenea, y Derbian tomo el cuadro, en el yacía la carta de la señora Jen, Derbian leyó la carta, frunció el ceño, al parecer Derbian no logro entender la carta, y los días pasaron.......continua arriba.


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