Suspenso 5
El Testamento Valalry
Historia Corta Escrita por
D.E.J.QUILO©
Josefina Valalry era una joven mujer de 27 años, con
su pelo rizado recortado hasta los hombros, de color marón, de piel blanca,
ojos grandes delineados de color marón, y de complexión esbelta, ella era muy
atractiva, muchos querían llegar al corazón de esta bella mujer, pero nadie lo
había logrado, Josefina, trabajaba y estudiaba, en las artes escénicas, su pasión
por la actuación era tal, que todo el tiempo quería estar aprendiendo, y en los
últimos meses había estado practicando arduamente una escena de angustia
magistral, para una obra en la cual había logrado quedar como la actriz
principal, en la obra llamada, “La Madame que Llora”, la historia estaba llena
de pasión y tristeza, pues contaba la historia de una mujer muy acaudalada que
por engañar a su esposo, lo pierde todo y se queda sin nada, incluso termina
viviendo en la calle, la intensidad de los gestos, las expresiones exageradas,
todo esto le apasionaba a Josefina, el libreto estaba bien escrito y redactado,
entonces para internarse mas en el papel que le tocaba interpretar, decidió
conseguir el libro, de la historia, rebusco por barias semanas, hasta que en
una pequeña librería de libros encontró el libro, “La Madame que Llora”,
Josefina estaba dispuesta a leer el libro hasta terminarlo, Josefina estaba
feliz, llego a su apartamento, en la calle sur Otle, de la avenida 31, abrió la
puerta principal, subió las gradas, abrió su puerta, y fue directamente a la
cocina, preparo unos emparedados rápidamente, tomo el libro, se sentó en su
sillón, el cual quedaba en una esquina de su apartamento y encendió la lámpara,
abrió el libro……..y comenzó a leer, el libro decía, “La Madame Que Llora”,
voltio la pagina, y allí, estaba el nombre de quien había escrito el libro,
Liza Ada Luz Valalry, en el pie de la página decía, “editoriales 99letras”,
Josefina estaba sorprendida, pues la escritora parecía que tenía algo en común
con ella, ya que su madre siempre le ha contado como su apellido esta casi
extinto, así que sin pensarlo, llamo a su Madre, la señora María Josefina
Valalry, el teléfono dio tono por varios minutos, pero ella no contesto, así
que Josefina, decidió buscar por sus medios, una explicación, ya que su abuela
la que podía preguntarle sacarla de dudas, ya no estaba.
Al día siguiente Josefina, tomo la guía telefónica
vieja, y comenzó a buscar la dirección y el teléfono de la “Editorial
99letras”, para su tranquilidad, allí estaba, la dirección y el teléfono, en lo
primero que pensó, fue que tal vez dicha editorial ya había pasado a la historia,
pero no era así, la dirección estaba vigente igual que el número telefónico,
pues tomo su teléfono y llamo, comenzó a dar tono, después de unos segundos,
contestaron, muy buenos días!, usted está llamando a editoriales 99letras, en
que le puedo servir?, dijo la voz de una mujer, buenos días! -dijo Josefina-,
estoy en medio de una investigación personal, y quería saber si ustedes tienen
todavía en su poder la información básica de una escritora en particular?,
pregunto, y cuál sería el nombre? -pregunto la mujer- o tal vez puede darme el
nombre del libro que le fue publicado por la editorial, ¡a qué bueno!, exclamo
Josefina muy feliz y interesada, y continuo, pues el nombre del libro es “La
Madame Que Llora”, muy bien!, dijo la mujer, la cual acentuaba su atención
mientras escribía el nombre en una pequeña nota, bueno! dijo la mujer,
comunicare su búsqueda señorita, puede llamarnos después de una semana, para
saber si ya tenemos la cartilla informativa, a! muy bien -respondió Josefina-,
solo una pregunta? -dijo Josefina-, cual es su nombre, no se lo pregunte!, me
llamo Matilde, -respondió la mujer-, muchas gracias Matilde, por ser tan
atenta, -dijo Josefina-, estoy para servirle replico Matilde, muy buen día, y
cortaron la comunicación, Josefina, había conseguido la oportunidad de tener
información muy valiosa de esta escritora, pues quería descubrir si tenía algo
en común con ella, si había alguna consanguinidad, así paso el día…..hasta que
llego la noche, Josefina se fue a la cama, casi no pudo dormir,
al siguiente día, Josefina se levanto con un nuevo
objetivo, todos los días leía el libro, casi como tratando de entender a la
escritora, y más ahora que pensaba que dicha escritora podía ser tal vez una
tía, o su bisabuela, los días pasaron, y la obra estaba cerca de presentarse, pues
así Josefina, todos los días practicaba expresiones y su complicado libreto,
que ella complementaba con el libro, llego el jueves, ya era de noche, y para
Josefina había sido un día arduo, pues las practicas eran continuas para lograr
la excelencia, termino el día, todo estaba casi listo para el día sábado en la
noche, el gran día de la presentación de la obra “La Madame que Llora”. Viernes
en la mañana, Josefina se levanto algo cansada, el jueves había dejado estragos
por la repetitiva practica, pero no le importaba, ella estaba lista para volver
al teatro, entonces tomo el teléfono y llamo a la editorial 99letras, para
saber que había sido de la cartilla de la escritora, pues en la cartilla se
encontraba, la dirección y lugar en donde había vivido, el tono del teléfono
resonaba, entonces la amable Matilde le contesto, muy buenos días! editorial
99letras, buenos días Matilde!, le habla Josefina, muy buenos días señorita, le
contesto Matilde, ya tengo lo que usted me pidió, en cualquier día, puede
presentarse a nuestra dirección, que bien! respondió Josefina, era lo que
esperaba, muchas gracias Matilde, el lunes me presentare a su editorial, dijo
Josefina, está bien señorita! la estaré esperando respondió Matilde, muy buen
día, muchas gracias replico Josefina, la cual después colgó el teléfono,
después tomo su mochila, y se fue al teatro a seguir practicando.
El día de Teatro.
Josefina sí que se había preparado, era Sábado, todo
estaba listo, la magnífica obra estaba a pocas horas de ser presentada,
Josefina estaba feliz, aunque algo nerviosa, pero su fuerte voluntad de
aprender le daban la balanceada seguridad que necesitaba para su papel, pues
llorar en el momento, cantar notas altas y muy bajas, y recordar una difícil
poesía cantada, hacían de una interpretación para no olvidar, los minutos se
iban tan rápido como segundos, cada vez se acercaba mas el momento de la
presentación, así pasaron las horas, hasta que llego el momento,
Josefina estaba preparada en el camerino, su momento
había llegado, Maina la madame que llora, debía de entrar, la actuación de
Josefina fue magistral, sus gestos, y su forma de redactar su libreto habían
sido a cabalidad, cuando la obra termino, los aplausos no terminaban, Josefina
sentía una sensación de paz inconmensurable y felicidad, sus compañeros de
actuación y ella bajaron a sus camerinos y como era previsto celebraron hasta
la madrugada, y Josefina no solo encontró felicidad, sino que también amor, un
compañero de ella, llamado Alex le declaro su amor, los besos llegaron y la
noche se volvió soñada, pero la felicidad en ocasiones dura muy poco,
El Testamento de Liza Ada Luz Valalry.
el domingo fue un día lleno de amor y felicidad para
Josefina, Alex y Josefina fueron a degustar un rico almuerzo, caminaron por el
parque deteniéndose en cada árbol para darse un beso, pero el día fue más corto
de lo debido, en poco tiempo la noche había llegado, y las nubes se reunían en
el cielo, Alex camino con Josefina hasta su casa, se dieron un beso y ella
entro por la puerta, Josefina estaba feliz, y así ella se fue a la cama, la
lluvia comenzó a caer, las gotas acariciaban el vidrio de su ventana, y
Josefina se durmió, al día siguiente, lunes, Josefina se levanto muy tranquila,
desayuno, se dio la ducha y se fue a la editorial 99letras, llego a la
editorial, entro por la puerta y allí estaba Matilde para recibirla, le dio la
cartilla y Josefina se despido cordialmente, sin pensarlo tomo la vieja
cartilla en la que se describía la edad, el nombre, y la dirección de la
escritora, por lo que parecía la dirección era muy lejana, entonces Josefina
tomo su auto y fue a buscar la vieja dirección, tomo el camino, después de unas
horas Josefina se dio cuenta que arboles yacían a los lados de la carretera,
viajo por varios kilómetros, en la cartilla decía, “Calle Verdal, finca 61”,
cada que miraba una señalización frenaba un poco, entonces se encontró con un
hombre que caminaba con unas canastas de flores a la orilla de la carretera,
Josefina hizo sonar la bocina del auto, a lo que el hombre voltio a ver,
Josefina abrió las ventanas del auto, y mientras se movía con la inercia, le pregunto
al hombre si sabía de la dirección, el hombre sin titubear sabia donde era
exactamente la dirección el cual sin esperar le indico, para sorpresa de
Josefina la dirección quedaba a unas cuadras a delante de donde estaba, el
hombre le dijo que una vieja señalización le indicaría donde cruzar, Josefina
le agradeció al hombre y prosiguió su camino, viajo por unas cuadras y entonces
encontró la señal la cual yacía torcida y en el suelo, Josefina detuvo el auto
por un momento, la señal estaba muy deteriorada, casi era ilegible lo que en
ella estaba escrito, pero era innegable lo que allí decía, “Calle Verdal”, así
que Josefina siguió su camino, cruzo en esta calle la cual a los lados del
camino habían muchos árboles y malezas, viajo por unos minutos hasta que llego
a una enorme casa vieja, de techos altos, ventanas de diseño antiguo, y puertas
anchas, la casa con un estilo francés, en frente de la casa se encontraba una
fuente con agua reposada en la cual flotaban algunas hojas de los arboles,
también en el suelo yacían muchas hojas otoñales tiradas en el suelo de piedra,
sin más que pensar, Josefina se dirigió directamente a la puerta de la casa, a
la cual toco con insistencia, espero por un momento, y cuando Josefina estaba
por tocar la puerta, esta se abrió, buenas tardes señorita!, dijo una voz,
Josefina se voltio instantáneamente, al sonido de la voz, era una señora algo
anciana, vestida muy cómodamente, a que debó su visita? pregunto la anciana,
pues me parece que aquí vivió una mujer que tiene algo en común con migo y mi
familia, respondió Josefina, la cual observaba todo a su alrededor, pase
adelante señorita, por cierto me llamo, Greysi Anne, pero me puede decir
Greysi, entonces! un Gusto conocerla Greysi acentuó Josefina, tomándola del
hombro y con una sonrisa en su rostro, yo tampoco le dije mi nombre, -dijo
Josefina-, es cierto! -respondió la anciana-, cual es su nombre entonces?
pregunto la anciana, me llamo Josefina Valalry, respondió vívidamente Josefina,
¡Josefina Valalry!, acentuó la anciana, con un sentimiento de asombro, la cual
se detuvo un instante, y vio a los ojos a Josefina, quiero creerle, dijo la
anciana,… creerme? replico Josefina, si! respondió la anciana, me parece
difícil de que usted sea una Valalry,…. pero así es!, respondió Josefina con
convicción, entonces señorita, tendré que hacer una llamada muy importante,
dijo la anciana, pase a la sala, y póngase cómoda, está bien -respondió
Josefina-, la cual frunció el seño, pues no entendía del porque de la urgencia
de la anciana, Josefina se sentó en un sofá, el cual era muy cómodo, cruzo sus
piernas y entrelazo sus manos, y espero…..
Después de unos largos minutos, la anciana Greysi,
regreso, y en su mano traía una carpeta, la cual coloco en la mesa de centro,
la anciana se sentó, en un suspenso aterrador no pronuncio palabra, Josefina
solo la observaba, la amable señora se había convertido en una amarga mujer,
era muy extraño, Josefina comenzó a sentirse algo amedrentada, muy bonita
casa!, dijo Josefina, la anciana no respondió palabra solo acentuó con la
cabeza en señal de aprobación, Josefina cada vez se sentía más nerviosa, pues
no sabía qué era lo que sucedía con esta mujer, entonces tocaron a la puerta,
precipitadamente Josefina se levanto, no se moleste! yo abriré la puerta, -dijo
Josefina-, Muy bien! -replico la anciana-, Josefina abrió la puerta, en la
entrada yacía un hombre muy bien vestido, con un traje gris oscuro, y una cara
larga, era un sujeto de cejas espesas y cara amarga, Buenas tardes, pronuncio
el hombre, adelante abogado replico la anciana desde la sala, sin dejar que
Josefina terminará el saludo, el hombre se agacho y tomo su valija, el cual se
dirigió a la sala, Josefina cerró la puerta y lo siguió, el hombre se sentó,
abrió la valija saco una pluma, y comenzó, en este día, exactamente a las horas
de la tarde consto que será leído el testamento de los Valalry, el cual será
para la única descendiente aquí presente, Josefina estaba sorprendida, y feliz,
pues pensaba que sin querer obtendría algo, lo que ella no sabía, era que
ningún otro Valalry se había presentado nunca, pues el testamento de la
bisabuela no valía para nada, y era más bien un misterio, Josefina se sentó, y
el abogado tomo la carpeta que la anciana había puesto en la mesa de centro, y
comenzó a leer, con mis sentidos al 100 por ciento de mi capacidad, dejo
escrito este testamento para mis descendientes, los cuales serán muchos, hoy
les dejo por completo lo descrito en esta hoja, a quien sea que quiera mi
herencia de mis descendientes les dejo, una colección de condones usados por
mis diferentes amantes, con los cuales tuve hijos, una colección de frascos con
fluidos corporales, mi colección de medias rotas, y mi libro escrito,…. cada
vez se pone peor dijo el abogado, Josefina estaba asustada,… el abogado siguió
leyendo en voz baja,…..Silencio…….que se oiga dijo Josefina, -y el abogado
dijo-, está segura?, el cual la miraba con cara de preocupación, qué más da!,
-respondió Josefina-, y así prosiguió el abogado, le dejo también mi colección
de huesos de aves, mi colección de sombras que me siguen en la noche, y por
ultimo mi enorme deuda al consi…. ya no siga interrumpió Josefina la cual quedo
en suspenso por un largo y eterno minuto…..
y se pone peor dijo el abogado……sigo.,
El Testamento
Valalry. Historia escrita por D.E.J.QUILO©
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