sábado, 28 de noviembre de 2015

El Mundo Extraordinario de Un Ciego




El Mundo Extraordinario de Un Ciego
Historia Escrita por
D.E.J.QUILO©





El Mundo Extraordinario del Ciego.

William casi todos los días practicaba con su bastón, caminaba probando no tropezarse con lo que estuviera enfrente de él, cada día William aprendía como recorrer el bastón en forma circular para identificar los objetos de forma que pudiera esquivarlos, después de unas horas William ya dominaba la forma de mover su bastón, pero hasta ahora todo lo había hecho en su casa, entonces William pensó en llamar a su amigo Erik para que lo ayudara, pero a la misma vez estaba convencido que enfrentar por sí mismo el miedo a caminar a ciegas, era necesario, así que William, decidió salir por la puerta a la calle, y comenzó a caminar, enseguida William se dio cuenta que en la calle hay muchos obstáculos por concepto propio, algunos están allí, por que así tuvo que ser, y hay otros que les gusta ser obstáculos, alguna gente lo empujaba hacia un lado, seguramente porque William no lograba controlar su dirección, William desesperado y exhausto, estaba por regresar a su casa, sentía que le faltaba algo más de práctica para enfrentarse a la calle, pero de pronto alguien le tomó del brazo, lo guio! le dijo una voz de hombre, gracias! Respondió inmediatamente William, algo desorientado verdad amigo? Pregunto aquel hombre, Si… creo que me falta mucha práctica para caminar por las calles contesto William, lo entiendo! Dijo el hombre, me llamo Hall Jobs dijo, un gusto Hall, enfatizó William, mientras caminaban por la calle, llegamos a un parque, si quiere platicamos? Pregunto Hall, está bien! Replico William, mientras ellos habían caminado por las calles William había aprendido mucho más a como caminar por las calles, pues los obstáculos parecía que habían desaparecido mientras aquel hombre lo había guiado, ahora se encontraban sentados en un solitario parque en compañía de árboles y algunos pájaros, de pronto Hall, comenzó a reírse feliz, eres ciego verdad? Pregunto Hall, mientras se reía, pues si, al menos temporal mente, respondió William, creo que hoy tú y yo hemos quedado en ridículo mi joven amigo, y porque lo dice? Pregunto William quien no entendía su argumento, entonces Hall, de 58 años de edad, padre de 2 hijos, y un pianista grandioso de Jazz, respondió con una ocurrencia, has oído en ocasiones un famoso dicho que dice, “es como si un ciego guiara a otro ciego”, y que por tal motivo no puede salir nada bueno de eso, sí. Respondió William, lo he escuchado, incluso hasta yo lo he usado en ocasiones, bueno, dijo Hall, hoy desmentimos tal teoría, me vuelvo  a presentar, me llamo Hall Jobs, tengo 58 años, soy pianista de Jazz y…soy ciego, que es qué? Replico William en forma de pregunta, como lo escuchaste, soy ciego, vaya! Estoy sorprendido dijo William, y usted quedo ciego o así nació?, pregunto William, para mi bendición así nací, tengo 58 años de ser ciego, y he disfrutado de un mundo extraordinario, casi no he deseado nada, ¿y cómo podría!, pero cada vez que escucho el sonido de una melodía, estremece mi alma, en la noche el sonido de la lluvia en mi ventana, un pequeño grillo en el jardín que toca su violín desafinado, y la suave y dulce voz de una hermosa mujer seguramente, que por el tono de su voz, se si es rubia o de pelo castaño, aunque nunca sabré como se ve el pelo rubio, el sabor inconmensurable de la comida, saboreando cada bocado, agradecido por cualquier cosa, incluso por lo malo que existe, porque sin eso, no sabríamos que es lo bueno, ya que solo hay dos opciones realmente, cierra los ojos y en la oscuridad permite escuchar los sonidos, y veras más que con ver con los ojos y si vez mira con gracia y atesora lo que te rodea incluso las estrellas que dicen se ven tan distantes, hoy he aprendido que el mundo es extraordinario cundo empiezo a apreciar lo que me rodea,-dijo William- gracias señor Hall, lo invito a almorzar! Pregunto William, esa! Es una buena pregunta respondió Hall, claro que acepto tu propuesta.
2 semanas después y una hora, William recupero su vista, y cada día se encontraba con su amigo Hall, y William aprendió a dar Gracias…
Gracias por leer…..
Gracias por existir
Que lindas estrellas!                          


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